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¿Qué se supone que soy yo? Una adolescente a punto de irse a la universidad y pasar a ser una adulta responsable, una chica que, a su edad, debería divertirse, pero también pensar en qué va a hacer en un futuro. Una chica que no tiene muchos problemas, que vive libre. Una chica que estudia, que hace que todo el mundo sea feliz, la hija que todo padre querría tener. La hija que está feliz siempre, que sonríe y no es triste.
La chica que siente, pero no demuestra, que necesita a todo el mundo para seguir con su vida. Una chica que tiene miedo a viajar y a separarse de su familia, una que siga las normas tal y como se le dice. La chica a la que le gusta enamorarse, y lo suele hacer con frecuencia, que adora el cine romántico y le gusta vestir a la moda. Una chica olvidadiza que no se interesa mucho por los demás.

El caso es que ser yo, Sara Gámez, es mucho mas sencillo. Soy esa que no quiere pasar a ser una adulta, aunque tampoco es una niña, que me divierto sin pensar en lo que pueda venir después, y así me va. Soy esa que tiene más problemas que cosas por las que ser feliz, que vive encerrada. Una chica que hace de todo, menos estudiar, que quiere hacer feliz a todo el mundo, pero no lo consigue, la hija que ningún padre querría tener. La hija que, a pesar de sonreír, no es tan feliz como parece.
La chica que siente y demuestra, a veces más de lo necesario, que no necesita a más de tres o cuatro personas para seguir con su vida. Una chica que adora viajar, aunque odia los aviones, una chica que necesita ser más independiente de su familia, que rompe las normas cada vez que puede, y que además, no le importa. La chica que odia enamorarse y solo lo ha hecho una vez en su vida, que adora el cine de ficción y viste como le gusta, esté o no de moda. Una chica que jamás olvida y que, a veces, entrega más a los demás de lo que puede recibir.
Supongo que no soy una persona muy normal, que estoy loca, sí, pero que disfruta de lo que tiene y lo hace como nadie.