Una aberración humana en tu camino...

No basta con menear el barco, hay que estamparlo contra las rocas y bailar sobre la cubierta en llamas.
La muerte de alguien al que odies solo te puede dar un placer momentáneo, ¿Para qué matarlo si puedes torturarlo?
No soy una buena persona, aunque tampoco pretendo serlo.
Otra yo, dicen, yo sólo digo, mi verdadera personalidad, esa que todos escondemos por miedo a que la sociedad la vea o por miedo a quedarnos indefensos, no lo sé.
Yo solo sé, que sacarla fue la decisión que yo tomé.

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